¿Vives para trabajar?

Cuántas horas extras pasas en el trabajo, has deteriorado tus relaciones familiares, amistades, como está la vida personal.
Hay que trabajar para vivir o es al revés, a veces algunas personas creen demasiado en el futuro, desean conservar su trabajo y lo ponen en primer lugar hasta el punto de que se van alejando de sus familias, de sus amigos, llevan trabajo a casa, no descansan, se quedan más horas de las que indica su horario, no ha tomado vacaciones, o ha pasado las vacaciones preocupado por trabajar; sin pensar que esto puede tener efectos negativos tanto para ellos como para la empresa.
A veces se confunde el gusto por el trabajo con la adicción al trabajo, que puede dejarnos solos, ser una preocupación para los seres queridos y hasta a descuidar nuestra salud. Muchas veces se persigue reconocimiento, la sensación de importancia y de control, sin reconocer la adicción que hace tiempo atrás puede haber sido incluso digna de elogios puede conducirnos a un futuro no deseado.
No debemos confundir a las personas comprometidas que se esfuerzan para cumplir sus obligaciones y alcanzar las metas de la organización con las que le dedican más tiempo de lo necesario sacrificando otros aspectos de su vida para hacer algo realmente espectacular, lo que puede deberse a la soledad, a la existencia de un vacío interior, a la necesidad de reconocimiento, al poder, etc.
Si quien ocupa la jefatura es adicto al trabajo suele exigir la misma dedicación que él tiene a sus subordinados, otras veces tendrá problemas en delegar las tareas porque  nadie podrá hacerlo como él.
Muchas veces recién se toma consciencia de la adicción cuando se pierde la razón de vivir, el trabajo; cuando se descubre una enfermedad grave que le impide seguir sus actividades laborales o que se lo impedirá; cuando se tiene una gran pérdida afectiva, etc.
Lo más importante es reconocer que la adicción no es normal y que se necesita ayuda psicológica para que pueda reorganizar y planificar su vida de una mejor forma, sin tener que avergonzarse de ello.